Se suele referir por edadismo a la construcción estereotipada de la tercera edad o vejez. Implica una discriminación y estereotipificación de una persona por ser mayor de 65 años (relativamente) o estar en la vejez o ancianidad de la vida. El edadismo está en la mirada estereotipada, está en la publicidad que se basa en clichés y burlas de los ancianos, está en políticas que no reconocen la pluralidad y diversidad de la vejez, está en el diseño de tecnologías y de servicios que encasillan a la persona mayor dentro de una única definición.
El edadismo hacia las personas mayores es entonces el conjunto de prejucios, preconceptos y estereotipos que se han construido acerca de las personas mayores, ancianas o viejas. El edadismo está incluido en las prácticas socioculturales y está expresado constantemente en la comunicación, tanto en la forma de hablar de un individuo y expresar su pensamiento como en la difusión social o masiva de mensajes públicos que refuerzan esos preconceptos y estereotipos sobre los jubilados o cualquier calificativo relacionado con una edad.
No obstante, el edadismo como concepto ha sido reconocido como «discriminación por la edad» en un sentido más amplio, no solamente circunscribiéndose a la vejez. La discriminación hacia otros grupos de edad como niños, adolescentes y adultos sobre los 50 años (que sin ser «ancianos» son muchas veces depreciados en la aplicación a puestos de trabajo), es un fenómeno que también existe.
Durante la pandemia de la Covid 19 el edadismo hacia las personas mayores se ha expresado notablemente. En los medios de comunicación y redes sociales se han representado a las personas mayores con base en estereotipos que acrecentan la consolidación de ideas erradas y discriminatorias hacia la vejez. Y en este contexto, también hemos visto un edadismo hacia la población más joven, la cual también ha sido representada subrayando estereotipos.
El edadismo y sus expresiones
En inglés edadismo se dice «ageism«, término que fue acuñado por el médico, gerontólogo y psiquiatra norteamericano Robert Neil Butler. Este reconocido pensador no solo fue premio Pulitzer en 1976 con el libro de no ficción «¿Por qué sobrevivir? ser mayor en Estados Unidos», sino que también fue el primer director del Instituto Nacional del Envejecimiento en Estados Unidos. Robert Neil Butler investigó a fondo las demencias y fue un defensor a tiempo completo de las personas mayores. Para Butler la discriminación consta de tres elementos: 1) Actitudes hacia las personas mayores, la vejez y el envejecimiento, 2) Prácticas discriminatorias, y 3) Políticas y prácticas institucionales que perpetúan los estereotipos. No obstante, es claro que el edadismo es una forma de ser cultural, es decir, está en todos los ámbitos de la vida social, en muy diversos comportamientos y la manera en que hablamos y nos referimos a las personas mayores.
Edadismo, envejecimiento y juventud
El fenómeno del edadismo hacia las personas mayores se entiende en contraste con la celebración de la juventud, el sueño de la juventud eterna, especialmente promocionado en la sociedad capitalista y la cultura del espectáculo y la moda. Borrar los signos de la vejez ha sido una constante en la representación de modelos y estilos de vida destacados comercialmente. No obstante, el edadismo como visión negativa de la vejez viene de mucho más atrás y es difícil rastrear desde cuándo ha estado presente y en cuáles culturas.
Aunque en el siglo XXI hemos visto que el edadismo y los prejuicios contra el envejecimiento empiezan a ser debatidos y contrarrestados, la imagen negativa y marginal de los abuelos, jubilados, mayores y ancianos se ha cultivado durante muchas décadas.
Es difícil establecer cuál era la imagen popular del anciano en épocas pre-industriales, pero desde la revolución industrial del siglo XIX sabemos que la persona mayor fue juzgada en función de su capacidad laboral, es decir, desde la posibilidad de explotación de su mano de obra. Esto generó que el anciano fuera entendido como un engranaje desgastado en el sistema de producción. Una buena investigación sobre la construcción de esta imagen social nos la da Simone de Beauvoir en su libro La Vejez.
Términos, lenguaje y edadismo
El edadismo se expresa cotidianamente en el repertorio de expresiones y palabras que hacen parte de los idiomas. Estas expresiones tienen una fuerte connotación que revela con qué prejuicios se asocia la vejez. En español se dice negativamente: viejo avaro, viejo verde, viejo senil, viejo pedorro, vejestorio, vejete, entre muchas más expresiones.
En aquellas expresiones representamos lo que pensamos y sentimos acerca de un tema, persona, fenómeno, etc. En el caso de las representaciones de la edad mayor o avanzada, el edadismo está contenido en expresiones, dichos, canciones que incluyen denominaciones despreciativas y excluyentes. Comúnmente los estereotipos sobre la belleza, la sexualidad y la capacidad laboral están expresados en el lenguaje hablado, dichos, refranes, chistes y similares.
En los medios de comunicación y en la publicidad, se hace un marketing de la juventud en contraposición de las personas mayores. Aunque la tendencia empieza a cambiar con el discurso del envejecimiento activo, todavía lo más común es que el «retrato» mediático de los ancianos les califique de una forma que refuerza los estereotipos. También se podría ver críticamente porqué la publicidad recientemente intenta representar a los ancianos como si fueran jóvenes ¿Es acaso otra forma de negar las características y diversidad de la vejez con sus propias dinámicas de salud y enfermedad?
Otro libro que habla sobre el edadismo es «El edadismo: contra jóvenes y viejos» de Martín Sagrera. Y para más información se recomienda consultar el Boletín # 40 sobre el Edadismo del Observatorio del envejecimiento del Imserso.
Otras Referencias sobre el edadismo se pueden encontrar en Reporte Global sobre el Edadismo de la OMS.
(La imagen del inicio, en «royalty free», gracias a Philippe Leone en Unsplash)